giovedì 30 maggio 2024

CONTEPLACIÓN EN LUGAR DE POSESIÓN


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El Papa: La humanidad sigue causando estragos en la creación

Catequesis de Francisco reflexionando sobre la intervención del Espíritu Santo desde la creación y en la transformación de los corazones llevando armonía y orden donde antes había oscuridad y confusión.

 -Adriana Masotti - Ciudad del Vaticano

 “El Espíritu y la Esposa. El Espíritu Santo guía al pueblo de Dios hacia Jesús, nuestra esperanza": este es el tema del nuevo ciclo de catequesis que Francisco ofrecerá a los fieles, a partir de hoy, en la audiencia general de los miércoles, recorriendo las tres grandes etapas de la historia de la salvación: el Antiguo Testamento, el Nuevo Testamento y el tiempo de la Iglesia, la Esposa. «Manteniendo siempre la mirada fija en Jesús”

Del caos al cosmos

El punto de partida de la primera reflexión de hoy en la Plaza de San Pedro es la acción del Espíritu Santo según el Antiguo Testamento descrita así en el Génesis: «En el principio creó Dios los cielos y la tierra. La tierra estaba informe y desierta y las tinieblas cubrían el abismo y el Espíritu de Dios se cernía sobre las aguas». El Papa comenta:  El Espíritu de Dios se nos presenta como la fuerza misteriosa que hace pasar al mundo de su estado inicial informe, desierto y sombrío, a su estado ordenado y armonioso. Porque el Espíritu hace la armonía, la armonía en la vida, la armonía en el mundo. En otras palabras, es Él quien hace la transición del caos al cosmos, es decir, de la confusión a algo bello y ordenado.

La creación sufre a causa del pecado de la humanidad

De la intervención del Espíritu en la creación del mundo, pasamos en el Nuevo Testamento a una presencia que, como afirma un Salmo, renueva la faz de la tierra. El Apóstol Pablo, dice el Papa, introduce entonces un nuevo elemento en la relación entre el Espíritu y la creación cuando habla de un universo que «gime y sufre como con dolores de parto», que sufre a causa del hombre.

Es una realidad que nos concierne de cerca y dramáticamente. El Apóstol ve la causa del sufrimiento de la creación en la corrupción y el pecado de la humanidad que la ha arrastrado a su alejamiento de Dios. Esto sigue siendo tan cierto hoy como entonces. Vemos los estragos que la humanidad ha causado y sigue causando en la creación, especialmente en aquella parte de ella que tiene mayor capacidad para explotar sus recursos.

El Pontífice cita a San Francisco como el que nos muestra «el camino de la contemplación y de la alabanza» para restaurar la armonía original. «Se trata -explica el Papa- de anteponer la alegría de contemplar a la alegría de poseer. Y nadie se ha alegrado más de las criaturas que Francisco de Asís, que no quería poseer ninguna».

El Espíritu nos da un corazón nuevo

Así como el Espíritu Creador transformó al principio «el caos en cosmos», así también, dice el Papa, quiere obrar una transformación en cada uno de nosotros, transformando nuestro corazón, tan semejante a «aquel abismo desierto y oscuro» descrito en el Génesis.

En él se agitan sentimientos y deseos opuestos: los de la carne y los del espíritu. Todos somos, en cierto sentido, ese «reino dividido en sí mismo» del que habla Jesús en el Evangelio. A nuestro alrededor podemos decir que hay un caos externo, un caos social y un caos político: pensemos en las guerras, pensemos en tantos niños que no tienen qué comer, en tantas injusticias sociales; éste es el caos externo. - Pero también hay un caos interior: el interior de cada uno de nosotros. No se puede curar el primero si no se empieza a curar el segundo.

Por eso, dice Francisco, la Iglesia siempre ha invocado la presencia del Espíritu Santo, poniendo en los labios de los creyentes el grito: «¡Ven, Espíritu Creador! Visita nuestras mentes", y concluye: “Pidamos al Espíritu Santo que venga a nosotros y nos haga personas nuevas, con la novedad del Espíritu”.


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UMEC WUCT COUNCIL 2024 -




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WORLD COUNCIL OF THE UNION

NOVEMBER 2024

You are invited to participate

 

The annual meeting of the Council of the World Union of Catholic Teachers will be held in Chile from 11 to 15 November (with the possibility of staying until the 18th in order to also participate in cultural and tourist visits). The program is very interesting and includes the presence of various representatives of the Church and of university and educational institutions in Latin America.

The Council is open not only to representatives of the institutions belonging to the Union, but also to other colleagues.

To participate it is necessary to send the registration form as soon as possible, to guarantee the possibility of participating and keeping costs low.

Attached is the invitation letter, the programme, costs and other organizational information.

For further information write to: umec.wuct@gmail.com  or to the UMEC-WUCT representative   for Latin America: msandovla@gmail.com

ATTACHMENTS



 

CONSEIL MONDIAL DE L'UNION

NOVEMBRE 2024

Vous êtes invités à participer

La réunion annuelle du Conseil de l'Union Mondiale des Enseignants Catholiques se tiendra au Chili du 11 au 15 novembre (avec possibilité de rester jusqu'au 18 pour participer également à des visites culturelles et touristiques). Le programme est très intéressant et prévoit la présence de divers représentants de l'Église et des institutions universitaires et éducatives d'Amérique Latine.

Le Conseil est ouvert non seulement aux représentants des institutions appartenant à l'Union, mais également à d'autres collègues.

Pour participer, il est nécessaire d'envoyer le formulaire d'inscription le plus tôt possible, afin de garantir la possibilité de participer et de maintenir les coûts à un niveau bas.

Ci-joint la lettre d'invitation, le programme, les coûts et d'autres informations organisationnelles.

Pour plus d'informations, écrivez à : umec.wuct@gmail.com  ou au représentant de l'UMEC-WUCT pour l'Amérique latine : msandovla@gmail.com

Pièces jointes

 

CONSEJO MUNDIAL DE LA UNIÓN

NOVIEMBRE 2024

Este invitado a participar

 

La reunión anual del Consejo de la Unión Mundial de Maestros Católicos se realizará en Chile del 11 al 15 de noviembre (con posibilidad de permanecer hasta el 18 para participar también de visitas culturales y turísticas). El programa es muy interesante y cuenta con la presencia de diversos representantes de la Iglesia y de instituciones universitarias y educativas de América Latina.

El Consejo está abierto no sólo a los representantes de las instituciones pertenecientes a la Unión, sino también a otros colegas.

Para participar es necesario enviar el formulario de inscripción lo antes posible, para garantizar la posibilidad de participar y mantener los costos bajos.

Adjunto se encuentra la carta de invitación, el programa, costos y demás información organizativa.

Para mayor información escribir a: umec.wuct@gmail.com  o al representante de UMEC-WUCT para Latinoamérica: msandovla@gmail.com

 ARCHIVOS ADJUNTOS

 

CONSIGLIO MONDIALE DELL’UNIONE

NOVEMBRE 2024

Siete invitati a partecipare

Si terrà in Cile l’annuale incontro del Consiglio dell’Unione Mondiale degli Insegnanti Cattolici, dall’11 al 15 novembre (con possibilità di restare ancora sino al 18 al fine di partecipare anche a visite culturali e turistiche) . Il programma è molto interessante e prevede la presenza di vari rappresentanti della Chiesa e delle istituzioni universitarie e scolastiche dell’America Latina.

Il Consiglio è aperto non solo ai rappresentati delle istituzioni aderenti all’Unione, ma anche a altri colleghi.

Per partecipare è necessario inviare al più presto il modulo di iscrizione, per garantirvi la possibilità di partecipare e il contenimento dei costi..

In allegato la lettera di invito, il programma, i costi, altre notizie organizzative.

Per altre informazioni scrivere a: umec.wuct@gmail.com o al rappresentante UMEC-WUCT  (umec.wuct@gmail.com) per l’America Latina:   msandovla@gmail.com

 ALLEGATI


 

 

martedì 28 maggio 2024

EDUCATION, CITOYENNETE', SUBSIDIARITE'

 


AU CŒUR 

DE NOTRE MISSION

 D’ENSEIGNANT 

ET 

D’EDUCATEUR

UMEC/WUCT


Foto: 

Mme Isabelle Chaperon,  présidente du CCIC, et p. Albert Kabuge,delegué UMEC-WUCT


-par Albert Kabuge

Au nom de l’organisation de l’Union Mondiale des Enseignants Catholiques-UMEC/WUCT, nous venons de participer au Colloque tenu ce lundi, 27 mai 2024 au Conseil de l’Europe à Strasbourg sur le thème « Education, Citoyenneté, Subsidiarité » Le colloque a été ténu sous le patronage de Madame Marija PEJČINOVIĆ BURIĆ, Secrétaire Générale du Conseil de l’Europe.

« Ce colloque fait suite à deux autres, organisés au Conseil de l’Europe par les mêmes OING et en lien étroit avec l’enseignement catholique : « Citoyenneté, Éducation, Spiritualité » le 12 mars 2013 et « Dialogue interculturel, apprentissage de la citoyenneté et de la démocratie – Pratique des écoles catholiques » le 17 janvier 2019. Ce troisième colloque, a permis de développer le rôle des OING dans les domaines de l’éducation et de la citoyenneté, non seulement auprès du Conseil de l’Europe à Strasbourg, mais aussi auprès de l’UNESCO à Paris, de l’Union européenne à Bruxelles et de l’ONU, à Genève. Et Mr Laurent Grégoire a présenté des applications du principe de subsidiarité, introduit par Johannes Althusius en 1603 aux applications actuelles[1].

1» Ces assises nous ont permis d’appréhender l’importance de continuer ce chemin de l’éducation dans le monde actuel qui nous appelle à la patience, à la confiance. Avant de débuter le Colloque, nous avons eu l’occasion de prendre connaissance du Conseil de l’Europe qui est la principale organisation de défense des droits de l’homme du continent. Il comprend 46 Etats membres, dont l’ensemble des membres de l’Union Européenne et qui représentent 700 millions de citoyens. Ces Etats membres du Conseil de l’Europe ont signé la Convention européenne des droits de l’homme, un traité visant à protéger les droits de l’homme, la démocratie et l’Etat de droit[2]

2 . Mgr Marco Ganci, observateur permanent du Saint-Siège auprès du Conseil de l’Europe a ouvert ce colloque en encourageant les participants à bien s’impliquer avec ces trois thèmes « Education, Citoyenneté et Subsidiarité » qui sont d’actualité au Conseil de l’Europe et il a insisté sur le rôle de la Communauté éducative et de la famille comme des espaces importants de l’Education et l’implication des organisations intermédiaires pour une citoyenneté responsable.

Les moments de présentation des conférences, les échanges et partage guidés par Mr Laurent Grégoire, président de l’OCIPE et secrétaire général de l’OING UNAEC-Europe nous ont éclairés par les synthèses et nous retenons certaines pistes d’orientations avec quelques thèmes traités :

- Encourager et amener les jeunes aux participations dans les choix et décisions car ils sont sujets de leur situation et ils sont les citoyens de demain.

- Il est important de soutenir le réengagement citoyen pour une démocratie participative, il serait souhaitable de créer les assemblées citoyennes.

- Nous avons été interpellés sur l’Education à la citoyenneté et l’espérance dans l’Education, il faudra encourager l’Education dynamique, à des postures, au service, au droit (international et global)

- Les éducateurs d’aujourd’hui sont appelés à prendre en considération l’évolution du monde actuel, penser à l’intelligence artificielle et l’éducation, vers un usage responsable. Et réfléchir sur la liberté d’enseignement et sur l’éducation pour une Europe plus humaine.

- La subsidiarité nous as conduit à comprendre l’alliance entre les parents et les enseignants, pour ainsi créer cet esprit de complémentarité pour une éducation à la citoyenneté responsable.

Ce temps vécu ensemble pour ce colloque fait un retour en nous comme Umec-Wuct, et qui nous invite à vivre une double Mobilité Educationnelle : « Être en mesure de faire un saut intérieur pour revoir notre pensée sur l’éducation traditionnelle et extérieur, faire un effort de s’adapter aux signes du temps avec les multiples nouveautés dans l’aujourd’hui en tenant compte de l’être humain. »

L’Union Mondiale des Enseignants Catholiques, par son Président Jan De Groof, tient à remercier et féliciter les organisateurs de ce Colloque par Mr Laurent Grégoire, le Conseil de l’Europe de l’UNAEC-Europe ; les intervenants ; madame Isabelle Chaperon, la présidente du CCIC qui nous a sensibilisés pour la participation.

Pour nous membres de l’UMEC, participer à ce Colloque à Strasbourg est une invitation et un appel à marcher tout en ayant à cœur cette triple attention sur « l’Education, la Citoyenneté et la Subsidiarité – ECS » pour un monde meilleur dans lequel la paix se vit par des gestes concrets dans le quotidien par une Education Sans Limite.

Ainsi pour nous UMEC-WUCT « Education, Citoyenneté, Subsidiarité » sont au Cœur de notre Mission d’Enseignant et d’Educateur.

 

*Membre de l’UMEC,  Représentant au Colloque de Strasbourg du 27 Mai 2024



[1]Lettre d’invitation de Cofaec

[2] Le dépliant « Le Conseil de l’Europe » et la suite sur le site pour connaître encore plus : www.coe.int


mercoledì 22 maggio 2024

HUMILITY and ARROGANCE

 Pope at Audience: Humility essential for Christian life, brings world peace.


Concluding his General Audience cycle of catechesis on the virtues, 

Pope Francis speaks about the virtue of humility 

as we acknowledge that we are creatures of God and strive to live accordingly.


[AR - DE - EN - ES - FR - HR - IT - PL - PT]

 

-By Thaddeus Jones

 Pope Francis explained how humility is key to Christian life and helps bring peace to the world and harmony in the Church. Humility marked the theme of his Wednesday General Audience held in Saint Peter's Square and the conclusion of his cycle of catecheses on the virtues. The Pope illustrated how humility is at the foundation of Christian life as we "acknowledge that we are creatures of God and strive to live accordingly."

 Restoring all through humility

Humility is the "great antagonist of the most mortal of sins, namely arrogance," the Pope began, and whereas pride and arrogance make us think we are greater than we are, "humility restores everything to its correct dimension: we are wonderful creatures, but we are limited, with qualities and flaws." The Pope recalled how the Bible reminds us "we are dust, and to dust we shall return" (cf. Gen 3:19), and we must be on guard against the danger the "delirium of omnipotence" that can often arise in the human heart.

 Breaking free of arrogance

Contemplating a starry sky, the mystery and grandeur creation can help free ourselves of arrogance, the Pope went on to say, as we can only be overcome with awe and wonder at the beauty of God's creation, as the Psalmist says, “When I look at thy heavens, the work of thy fingers, the moon and the stars which thou hast established; what is man that thou art mindful of him, and the son of man that thou dost care for him?” (Psalm 8:3-4).

 The Pope recalled how in the Beatitudes, Jesus starts with the humble, “Blessed are the poor in spirit, for theirs is the kingdom of Heaven” (Mt 5:3), followed by the meek, merciful, pure of heart, all stemming from a "inner sense of smallness."

 Following the example of Jesus and Mary

The life of the Blessed Virgin Mary shines with her humility seen not only in her joyful acceptance of the Lord’s will, but also in charity toward her cousin Elizabeth, the Pope explained. We see her humility in her perseverance beneath the cross and her prayerful presence among the Apostles in the Upper Room, as they awaited the outpouring of the Holy Spirit, he added.

 “May Mary's example and powerful intercession help us to overcome our temptations to pride, to follow humbly in the footsteps of Jesus, and to bear witness to the joy and peace of his Kingdom.”

 In conclusion, the Pope emphasized that humility brings peace in the world and in the Church, and where humility is lacking, there is war, discord and division. He said God has given us the example of humility in Jesus and Mary for our salvation and happiness,  "and humility is precisely the way, the path to salvation."

 

Vatican News

lunedì 20 maggio 2024

sabato 18 maggio 2024

VALUES AND TECHNOLOGY


 «Saving values in the world of technology»

 

The Irish phenomenologist, Moran,  compares himself with the Pope's message for Communications Day: "Perhaps current philosophical anthropology is not sufficient to understand the challenges of artificial intelligence"

 

- by LUCA MARIA SCARANTINO and GIOVANNI SCARAFILE

 

Pope Francis' recent document for the 58th World Communications Day, Artificial intelligence and the wisdom of the heart: for fully human communication, urgently intervenes in the global debate, also raising a series of fundamental questions regarding the impact of AI on society, underlining the urgent need to carefully evaluate its consequences on human well-being and on the moral fabric of our community. Within this scenario, the importance of a philosophical investigation that is able to offer an incisive analytical perspective rooted in a profound understanding of the human condition clearly emerges. In this sense, the use of phenomenology, the philosophical discipline that is responsible for exploring the structures of lived experience, can prove particularly useful for shedding light on the dynamics underlying technological phenomena, balancing the evaluation of its innovative potential with an acute criticism the dangers it may pose. Dermot Moran, Joseph Professor of Catholic Philosophy at Boston College and Past President of Fisp (Fédération Internationale des Sociétés de Philosophie), is one of the greatest exponents of contemporary phenomenology. In this capacity, he can help us explore the complex terrain outlined by the papal document. In the conversation with him, Moran places the emphasis on ethics, on the protection of human dignity, on the challenges to human freedom, outlining the traits of humanism in the era of artificial intelligence.

 How would you consider Pope Francis' message to interact with current trends in contemporary philosophy, particularly in relation to the development of artificial intelligence?

 This document is extremely timely and welcome and refutes the claim that the Catholic Church is anti-scientific or retrograde. In fact, the Catholic Church is leading the way among world religions in its critical reflection on AI (which I will use as a short term for generative artificial intelligence and the large language models that are currently emerging, offering something like "intelligence" and even “general intelligence”). The Pope's well-thought-out and well-articulated document asks many profound questions (I counted at least eleven questions in the text) to politicians, scientists, philosophers and theologians regarding the challenge of AI in relation to the "meaning of human life, the construction of knowledge, and the ability of the mind to reach the truth." The document begins with a confident endorsement of the ability of the human mind, created in the divine image, to acquire scientific knowledge in all fields, including AI. The project of progressing in scientific rationality is approved: AI is another opportunity for humans to realize their ability to know, although the task of knowing is infinite and we are finite and limited beings. The document then offers a concise overview of the main threats (political, economic, social, psychological, even spiritual) that generative AI poses. It concludes with a prayer that AI will be used to overcome injustice and inequality and not to perpetuate them. Currently, much contemporary philosophy has recognized the need to reflect deeply on how the techno-scientific framework is transforming humanity. Technology is not just a set of tools, as Martin Heidegger pointed out; it is a whole new framework (Gestell) that contains and promotes its implicit values. Social media platforms, for example, are not as neutral as some of their creators (e.g., Mark Zuckerberg) have insisted. We therefore absolutely need ethical and legal oversight. The document rightly adopts a global and universal perspective. Furthermore, AI development cannot be the possession of a few for the benefit of a few. Of course, the Pope, as a spiritual leader, focuses primarily on issues involving moral philosophy and, indeed, philosophical anthropology. Very rightly, he reminds scientists that these new scientific discoveries are situated within the broader framework of human cultural development. In this sense, I believe, he is right to emphasize the centrality of the human against those who, enthusiastically but naively, welcome a post-human or trans-human future! He is also calling on scientists working with these new machine learning models to be critically reflective and to maintain and promote human values. Science has always been under the influence of Prometheus' dream of controlling and dominating all of nature. But we remain mortal, finite, fragile beings, tied to our finite earthly home which is our environment in the deepest sense. The Pope reminds us that human existence is full of values and can never be reduced to a set of algorithms; human values must always guide the sciences. We should never abandon human values regarding justice, fairness, equality, to the calculations of machines, no matter how “intelligent” they appear to sift through data and predict probabilities. Furthermore, the Pope is acutely aware that even the best AI systems embody many hidden values, assumptions and biases, which can be reductive or distorting or discriminatory, precisely reflecting the complexities of our human world and not overcoming them. Machines must remain controlled by humans “in possession of their own universe of values,” as the document states. Philosophers and scientists, therefore, urgently need to examine the values implicit in these AI systems and hold them accountable to our deepest values.

What potential threats to human dignity do you consider particularly relevant in light of Pope Francis' reflections on artificial intelligence?

 The Pope's document clearly lists the dangers of machine learning, "hallucination" (i.e., making things up), uncertain reliability, the capacity for misinformation and distortion, the possibilities (already manifest) of "digital exclusion", threats to privacy, serious issues regarding ownership of data and intellectual property, and the capacity to generate new injustices, for example, AI using selection methods for job candidates that introduce new forms of discrimination and prejudice. The Pope is anxious that scientific advances promote human well-being or “betterment” and not lead to even greater discord and disadvantage. No one should be excluded from this new knowledge. Indeed, there is already considerable evidence of this digital exclusion; Entire regions of the world don't even have access to electricity or clean water, let alone the latest AI tools. There are also many issues regarding the profound distortion of knowledge that can influence political and social affairs, influencing elections or other political discussions. The Pope, therefore, rightly calls for regulations to ensure that these AI advances protect individuals and the social good. There are threats of theft of a person's identity, even their face, voice, DNA, which are removed from the subject's control. The use of AI in selecting humans for jobs etc. it is fraught with dangers involving forms of prejudice and discrimination, both conscious and unconscious. He is aware that humans can be manipulated with false information, illusions, dissimulations, simulacra, a shadowy world of appearances just like Plato's cave. There is a need to preserve human control over all our information systems. There is a need to protect the dignity and integrity of the human person. So, the question is: how do we vet the development of AI to ensure that it meets the highest standards of care and respect for human subjects? This is clearly an ongoing task and one that requires all our intellectual disciplines and resources. Religion and philosophy rightly have a voice.

 How do you view the impact of artificial intelligence on our understanding of human freedom and will?

 It seems to me that we need to go beyond the old opposition between freedom and determinism. Many scientists are naively deterministic about humans and, indeed, about the universe itself. Contemporary science is indeed a manifestation of the will to power over all of nature, including human nature itself. There are already experiments involving the alleged enhancement of intelligence through the implantation (in humans and animals) of microchips that function in the brain itself. There are already concerns that scientists will exploit the vulnerable in these experiments, as there have been experiments on prisoners, orphans and the destitute in the past. But there is also concern that AI will perpetuate inequalities. Certainly, AI systems have the ability to give us more freedom by removing fatigue, but AI has an even greater danger of enslaving humanity through unregulated access and manipulation of human data.

 In what ways does the Pope perceive the role of artificial intelligence in promoting authentically human communication?

 The papal document rightly adopts a universalist perspective and a confidence that the best use of scientific knowledge will actually benefit all humanity. In this sense, the document is optimistic and certainly not apocalyptic. The letter demands that we place these new discoveries at the center of our concerns for human improvement and that we educate ourselves to manage these new realities. New breakthroughs in AI can better assist us in accessing and sharing knowledge, assuming we genuinely want to remove barriers. We must protect ourselves from the exclusivity in the benefits of this knowledge and also from the dangers of self-learning AI systems that function beyond human control to the point of posing an existential threat to the human race. This is no longer the stuff of science fiction. We have two fundamental imperatives: protect all human life and protect our planetary ecological environment. Today we are almost drowning in the flood of information without there being real dialogue and communication. A critical stance is deeply necessary to help us counter misinformation that masquerades as communication.

In your opinion, what challenges and opportunities could artificial intelligence present for the future of society?

 The technological transformations of the last two centuries have been a whirlwind. Modes of transportation have moved very rapidly from the horse and carriage (ubiquitous before the Great War) to the train, automobile, airplane and spacecraft. Mechanization and industrialization have effectively eliminated human toil and freed humans for higher forms of activity. Satellite systems provide communications globally. But technology also produces weapons of mass destruction that cause immense suffering everywhere. The discovery and actual deployment of atomic bombs are a constant reminder of the way scientific discovery can lead to horrendous consequences. Despite our technological advances, our world today still has enormous exploitation and slavery; think about the horror of child labor. AI must be used to improve workers' conditions, but not at the cost of making low-skilled workers permanently unemployable. The greatest challenge, as the Pope rightly underlines, is to preserve human values and bring all humanity with us on this journey. The Pope sees this in terms of fulfilling the divine plan to make the earth a habitable place for human beings. There are significant challenges to how we understand human beings but we must not abandon our efforts to keep the human person at the center of our concerns. We must curb the exuberance of the Promethean technocrats, preserve the sources of human values and human freedom, and continue to exercise our rational control over our lives for the betterment of humanity and our world. A remarkable fact that strikes me as a philosopher and phenomenologist is how AI algorithms and procedures (especially large language models) are actually built upon and reproduce the dense pre-predicative assumptions and network of beliefs and practices that Husserl defined as the “world of life” (Lebenswelt). While AI systems may be infused with the best “moral” perspectives and surrounded by explicit laws and procedures to eliminate bias, etc., it is clear that there is an even larger implicit belief and value system built into platform operating systems themselves. For example, a recruiting agency's AI tool might filter out candidates whose speech patterns don't conform to what the AI considers polite. In this sense, philosophers urgently need to reflect on whether current philosophical anthropology is sufficient to understand the challenges of AI. A radical rethinking of our human existence is necessary to identify and preserve our deepest values.

 www.avvenire.it

giovedì 16 maggio 2024

VIENS ESPRIT SAINT !

 


L’Esprit Saint 

« qui est Seigneur 

et qui donne la vie »


(Symbole de Nicée-Constantinople)




 - par Mgs. Vincent Dollmann, Archevêque de Cambrai, A.E. Umec-Wuct


L’Esprit Saint comme Personne divine est toujours à redécouvrir

 Si le Carême est caractérisé par la pénitence pour renouveler notre attachement au Christ, le temps de Pâques est marqué par la joie de pouvoir accéder à sa vie de ressuscité. Cela nous demande concrètement un attachement à l’Esprit Saint et une attention à son action en nous. Cet Esprit est celui que Jésus lui-même a reçu au moment de son baptême pour accomplir sa mission jusqu’au bout. Cet Esprit, porteur de la vie divine, Jésus ressuscité l’a remis à ses disciples le soir de Pâques et une nouvelle fois au matin de la Pentecôte.

 Mais il est vrai que durant les derniers siècles, le Saint-Esprit n’occupait pas une grande place dans la réflexion et la prière des Chrétiens d’Occident.

Il fallut attendre le pape Léon XIII qui insista dans un document de 1897 sur la prière au Saint-Esprit. Le concile Vatican II dans les années 60 pouvait alors lui donner toute sa place en utilisant notamment le titre « Temple de l’Esprit » pour désigner l’Eglise.

 Parallèlement à l’enseignement du concile et à la même époque, de nombreux groupes charismatiques ont vu le jour dans l’Eglise catholique. Ils ont permis à de nombreux chrétiens de développer la prière à l’Esprit Saint et d’être plus attentifs à son action dans leur vie.

Mais pour beaucoup de chrétiens encore aujourd’hui, le Saint-Esprit reste un inconnu, le « Divin Méconnu » selon le Cardinal Yves Congar.

Force divine ? Présence spirituelle de Dieu ? Souffle de renouveau ? Les termes ne manquent pas, mais ils révèlent la difficulté que nous avons d’en parler.

Ces expressions vagues peuvent également exprimer la difficulté d’accueillir l’affirmation du Symbole de foi : « je crois en l’Esprit Saint qui est Seigneur et donne la vie. »

Nous sommes invités à dire je crois en l’Esprit Saint, au même titre que nous disons je crois en Dieu le Père et en son Fils Jésus-Christ. L’Esprit Saint est une Personne divine en qui nous sommes appelés à croire et que nous pouvons prier.

 Jésus révèle que l’Esprit Saint est une personne divine et que Dieu, l’Unique est Communion d’Amour, Trinité d’Amour

 Nous avons pris l’habitude, notamment à la préparation de la confirmation, d’évoquer l’Esprit Saint à travers son action par les sept dons évoqués déjà dans le livre d’Isaïe pour annoncer le Messie, porteur de l’Esprit Saint : la sagesse, l'intelligence, ou le conseil et la force (Cf. Is 11,2). Nous évoquons encore l’Esprit Saint par les fruits de son action, indiqués par saint Paul dans la lettre aux Galates, ceux de la charité, de la joie, de la paix ou encore de la chasteté (Cf. Ga 5, 22).

Ces dons reçus de l’Esprit de Dieu sont encore nos talents et nos charismes qui se déploient pleinement en servant le projet de Dieu pour l’humanité. Nous voyons dans le groupe des disciples ; devant la découverte du tombeau vide, Madeleine, Pierre et Jean réagissent différemment selon leur tempérament et leurs talents, l’un plus courageux, l’autre plus prudent, l’un plus intuitif, l’autre plus rationnel… Mais tous cheminent dans la foi, et à partir de la Pentecôte ils témoigneront de la résurrection du Christ en bravant les barrières sociales et culturelles.

L’Esprit Saint est ainsi le dispensateur des dons pour la croissance humaine et spirituelle de chaque personne, mais il est encore davantage : il est Dieu, comme l’atteste Jésus lui-même.

 La veille de sa mort, il a annoncé la Pentecôte en parlant de l’Esprit de Vérité. Il est celui qui nous introduit pleinement dans la vérité de l’évangile qui proclame un Dieu Amour, Trinité d’amour.

L’Esprit Saint est la troisième Personne de la Trinité qui atteste que Dieu vit au plus profond de lui-même une relation d’amour et d’unité, relation qu’il veut partager à toute l’humanité. L’Esprit-Saint disait Jean-Paul II, c’est Dieu qui se donne (Encyclique sur l’Esprit Saint, Dominum et vivificantem 1986).

Ainsi le récit de la Pentecôte évoque les langues de feu pour signifier que l’Esprit est comme le feu qui brûle les cœurs de l’amour même de Dieu.

Jésus disait d’ailleurs en annonçant sa mort et sa résurrection : « Je suis venu jeter un feu sur la terre et comme je voudrais qu’il fût déjà allumé ! » (Lc 12,49). La communauté des apôtres va être brûlée de cet amour et établie dans une unité profonde.

 Jésus donne encore un autre nom à l’Esprit : celui de Paraclet qui signifie défenseur, avocat.

A l’époque, l’avocat se tenait à côté de l’accusé et lui soufflait les paroles pour sa défense.

Ainsi à la Pentecôte, l’Esprit se manifeste comme un souffle qui secoue et pousse les apôtres en-dehors de la maison où ils se trouvent. A la suite de saint Pierre, les apôtres se mettent alors à annoncer dans toutes les langues la Bonne Nouvelle de Jésus Ressuscité. Les apôtres ne se sentent plus orphelins, mais habités par une présence, celle de Jésus Ressuscité Lui-même. L’Esprit réalise la promesse inouïe de Jésus : « Et moi, je serai avec vous tous les jours jusqu’à la fin des temps ! » (Mt 28,20).

 L’expérience des apôtres à la Pentecôte est aussi la nôtre

 L’Esprit Saint nous a été donné à notre baptême, comme un feu, pour nous introduire à la vie éternelle, vie d’amour qui ne peut s’éteindre.

Il nous est donné d’une manière nouvelle comme un souffle, à la confirmation pour nous entraîner sur le chemin du témoignage.

Nous pourrions dire que par le baptême, l’Esprit Saint nous greffe sur la vie du Christ et par la confirmation, il nous fait participer à la mission du Christ.

Devenir fils et fille de Dieu par le Baptême, c’est manifester au grand jour ce qui était déjà inscrit dans notre vie par la création. Dieu est lié à chaque être humain. Le Baptême l’affirme et le réalise explicitement. Il nous donne d’accueillir personnellement la parole que Dieu a adressée à Jésus lors de son Baptême par Jean : «Tu es mon fils bien-aimé ! ».

Si la vocation baptismale est une consécration à Dieu, elle est également une mission. Au moment de l’onction du Saint-Chrême, qui signifie le don de l’Esprit Saint et annonce la confirmation, le célébrant dit : « Désormais, tu es membre du corps du Christ et tu participes à sa dignité de prêtre, de prophète et de roi ».

Pour saint Athanase, le grand défenseur de la foi en Dieu Trinité, la Pentecôte était la finalité de la venue du Fils de Dieu en cette terre : « Le Verbe a assumé la chair pour que nous puissions recevoir l’Esprit Saint. Dieu s’est fait porteur de la chair pour que l’homme puisse devenir porteur de l’Esprit » (Discours sur l'incarnation du Verbe). Porteur de l’Esprit Saint, c’est laisser développer en nous les dons de Dieu, c’est laisser Dieu agir en nous.

 X Vincent Dollmann