“Blasfemia 
digital”: 
La nueva forma de persecución contra cristianos en 
Paquiatán
 La agencia vaticana 
Fides denunció que la 
denominada “blasfemia digital” está ganando cada vez más terreno en Pakistán. 
¿En qué consiste? Los ciudadanos musulmanes denuncian a los cristianos por 
supuestos mensajes blasfemos contra el corán, el islam o Mahoma en las redes 
sociales o Internet. Lo hacen con o sin pruebas y bajo el amparo de la llamada 
ley de blasfemia.
“El guión siempre es el mismo: un creyente (cristiano) 
acusado de algo por demostrar, pero luego toda la comunidad interna corre el 
riesgo de un castigo colectivo”, explica a Fides el P. Emmanuel Parvez, de la 
diócesis de Faisalabad, en Punjab, donde lucha para evitar este tipo de hechos. 
“Hemos convocado a los líderes religiosos y a los 
imanes de la zona y hemos intercambiado opiniones al respecto”, afirma el 
sacerdote. 
“Hemos reiterado nuestro respeto por el islam y por 
todas las religiones y hemos realizado una petición: si se produce un incidente 
de supuesta blasfemia, afrontaremos juntos la cuestión, para 
evitar la violencia en 
masa”, 
explica.
Uno de estos casos ha sido el del cristiano James 
Nadeem, a quien se ha detenido por enviar un supuesto mensaje blasfemo por 
WhatsApp.
Nadeem vive en el distrito de Gujrat en la región del 
Punjab. Su amigo Yasir Bashir lo denunció por supuestamente haber enviado una 
poesía ofensiva contra figuras sagradas islámicas. 
La denuncia fue 
presentada ante la policía y Nadeem y sus familiares fueron arrestados, informa 
Fides. La policía también ha mandado agentes al barrio cristiano de la ciudad de 
Sara-i-Alamgir, donde ha ocurrido el episodio, para prevenir incidentes o 
ataques de masa. 
En el pasado, episodios como este han desencadenado la 
violencia contra las comunidades cristianas. En el barrio viven 30 familias 
cristianas que todavía están atemorizadas.
La ley de blasfemia 
agrupa varias normas contenidas en el Código Penal inspiradas directamente en 
la Shariah –ley religiosa musulmana– para sancionar cualquier 
ofensa de palabra u obra contra Alá, Mahoma o el Corán.
La ofensa puede ser 
denunciada por un musulmán sin necesidad de testigos o pruebas adicionales y el 
castigo supone el juicio inmediato y la posterior condena a 
prisión o muerte del acusado.
La ley es usada con frecuencia para perseguir a la 
minoría cristiana, que suele ser explotada laboralmente y discriminada en el 
acceso a la educación y los puestos de función pública.
Uno de los casos más 
emblemáticos en la aplicación de esta norma es la madre y esposa católica Asia 
Bibi, que está en prisión desde hace casi 6 años, por una falsa acusación de 
haber blasfemado contra Mahoma.
Hace unos meses 
la familia de Asia pudo saludar al Papa Francisco gracias a las 
gestiones de HazteOir. En esa ocasión el Santo Padre le dijo al esposo de 
esta mujer católica y madre de cinco hijas que reza por ella y su 
liberación.
Ataques a 
cristianos
En Pakistán el odio a los cristianos, que son una 
minoría religiosa, parece no tener límites. En marzo de este año un grupo de 
terroristas musulmanes atacó un parque donde un grupo de cristianos celebraba la 
Pascua de Resurrección en la ciudad de Lahore, dejando más de 65 
muertos y cientos de heridos.
Luego del atentado, 
miles de musulmanes hicieron una violenta manifestación en la que exigieron la ejecución 
de Asia Bibi. 
En la primera semana de este 
año en enero un grupo de 
musulmanes secuestró a una joven cristiana, otro quemó una pila de biblias y 
libros litúrgicos en una iglesia; y en la región de Punjab quemaron una iglesia 
protestante.
En octubre del año pasado, una cristiana de 28 
años fue quemada viva por rechazar casarse con un 
musulmán. La mujer no murió 
pero quedó con el 80 por ciento del cuerpo afectado.
En abril de 2015, un 
grupo de extremistas islámicos prendió fuego a un 
adolescente por decir “soy cristiano”. El muchacho murió luego de perdonar a sus 
homicidas.
Pocos días antes, en marzo, dos terroristas suicidas 
atentaron contra dos templos cristianos en el barrio de Youhanabad en Lahore dejando un 
saldo de al menos 14 muertos y unos 80 heridos.
En esa oportunidad el 
Papa Francisco recordó que el ataque se dirigió a “iglesias cristianas. Los 
cristianos son perseguidos. Nuestros hermanos derraman sangre solamente porque 
son cristianos”.
Como estos, muchos otros incidentes ocurren en 
Pakistán, donde los cristianos son constantemente perseguidos y asesinados por 
extremistas musulmanes.
Hector Rigaldo
 
 
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