Afganistán, las ONG piden a Occidente garantías para los más vulnerables
Las
mujeres son el objetivo de los talibanes, encerradas en sótanos o huyendo para
evitar la venganza. Las organizaciones humanitarias piden a la comunidad
internacional que intervenga para garantizar la seguridad de quienes han
trabajado durante años por la emancipación de las mujeres.
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Francesca Sabatinelli - Ciudad del
Vaticano
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En
el caos de Afganistán, que está en manos de los talibanes desde hace dos días,
la comunidad internacional no sólo debe asumir el fracaso de la estrategia
adoptada hasta ahora en ese país, sino también, y sobre todo, poner en marcha
la maquinaria de ayuda a los civiles que intentan escapar. La atención se
centra en las mujeres, las primeras y seguras víctimas de lo que ya se ha
denominado "Emirato Islámico".
Mujeres
encerradas en sótanos
Los
aviones occidentales se alternan en la pista del reabierto aeropuerto de Kabul
para salvar a sus funcionarios y, en lo posible, a los colaboradores locales,
mientras las mujeres se encierran en los sótanos, escondiéndose para escapar de
la venganza de quienes pretenden castigarlas por haber estudiado, trabajado y
buscado un papel en la sociedad. Así lo confirman todas las ONG que trabajan en
el país desde hace años, principalmente con la ayuda de las mujeres. Arianna
Briganti, vicepresidenta de Nove Onlus, está en contacto permanente con sus
colegas de Afganistán, que participan en proyectos centrados en la emancipación
de la mujer. Por el momento, todas están encerradas en sus casas", afirma
Briganti.
"Hay
colegas masculinos que han enviado a sus hijas a esconderse a lugares que
consideran más seguros por temor a que las mujeres, incluidas las niñas, puedan
ser raptadas, secuestradas y convertidas en esclavas. La esperanza de Brigante
es que el gobierno italiano, así como Europa en general, se hagan cargo de la
seguridad de estas personas que llevan años colaborando. "La cuestión fundamental -continúa- es cómo sacar
a las personas más vulnerables, las mujeres solteras, los niños y las niñas, de
sus casas y llevarlas al aeropuerto. El sistema bancario está
completamente bloqueado, no podemos enviar dinero, ni siquiera para que las
familias de nuestro equipo puedan comer".
Los
servicios esenciales deben estar garantizados
El
personal de Emergency sigue
presente en el país, y la ONG no tiene intención de interrumpir sus actividades
porque es más importante que nunca responder a las necesidades de la población
y garantizar el acceso a los servicios esenciales, como el agua potable.
"El
ataque a los bancos, el aumento de los precios, así como las redadas - explica
Rebecca Gasparri, del proyecto alimentario de "Emergency", que
regresó a Italia hace unos meses - comenzaron inmediatamente después del inicio
del caos, una situación de inseguridad total dentro de Kabul. La comunidad
internacional debe asumir ahora la responsabilidad de lo que ha hecho, tratando
de entender las necesidades del país y no dejando a la población sola.
Los
errores de Occidente se están pagando
"Lo
que está ocurriendo y las escenas que se ven llegar desde el aeropuerto de
Kabul, dan testimonio del fracaso de una intervención armada de 20 años, de una
torpe gestión por parte de la administración americana de las negociaciones con
los talibanes y, sobre todo, muestran el miedo que hay entre la población
civil". El análisis del investigador del ISPI, Giuliano Battiston, es
contudente, ya que la situación es el resultado de causas precisas e
identificables.
"Creo
que fue un error dar a los talibanes la oportunidad de convertirse en un frente
de oposición tan fuerte durante todos estos años. Fue un error mantener las
tropas allí durante tanto tiempo, alimentando la maquinaria propagandística de
los talibanes; fue un error conformarse con un gobierno afgano desacreditado a
los ojos de la población, muy corrupto, con una falta de legitimidad muy
fuerte; y, por último, fue un error iniciar este diálogo diplomático tan tarde,
cuando Estados Unidos ya había decidido archivar el dossier de Afganistán y no
tenía ninguna palanca para convencer a los talibanes".
Las
negociaciones, según Battiston, marginaron erróneamente a ese gobierno de Kabul
que, por corrupto que fuera, representaba a las instituciones, y lo debilitaron
tanto que, con la retirada de las tropas estadounidenses, en cuanto los
talibanes lanzaron una ofensiva militar "todas las instituciones cayeron
como la nieve bajo el sol".
Vatican
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